a idea de pagar por respirar no es nueva, de hecho lleva un tiempo dando vida a numerosas historias que tristemente han llegado a convertirse en realidad, al menos en parte, ya que empresas como Vitalyair están haciendo negocio con sus botellas de oxígeno puro.
Los compradores viven sobre todo en zonas con altos niveles de contaminación, como China por ejemplo, un hecho que ha vuelto a poner más de moda que nunca la visión de un futuro en el que el agua no es el único lujo, sino que además debemos pagar si queremos poder respirar.
Este corto que os traemos nos pinta un futuro negro en el que se produce un colapso global debido a los efectos catastróficos del calentamiento global, y en el que el gobierno subasta el control de las grandes ciudades a corporaciones.
Todo esto degenera en una serie de acontecimientos que culmina en 2053 con un sistema de comercialización de aire embotellado y la prohibición de sistemas alternativos de producción de oxígeno, plantas incluidas.
Podría sonar como una locura pero como anticipamos es una situación que ya se vive en ciertas zonas del mundo, aunque no sea de una forma tan exagerada, y consigue poner el dedo en la llaga una vez más en la contaminación y el daño que puede llegar a producir a medio y largo plazo.
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