Digamos que tienes por ahí un viejo PC al que te
gustaría sacarle partido, volver a ponerlo en funcionamiento. O digamos que
tienes por ahí un viejo PC que sigue con Windows XP instalado, y como no es
buena idea eso de andar por Internet con un colador de malware en potencia que
se quedó sin soporte hace casi dos años, estás considerando la posibilidad de
actualizarlo con algo más moderno. Pero, claro, esa carraca no puede con las
nuevas versiones de Windows… como tampoco podría con las mejores distribuciones
y entornos de escritorio de GNU/Linux. Sin embargo, el ecosistema de GNU/Linux
en particular y Linux en general es mucho, mucho más amplio, y existen
alternativas para cubrir prácticamente cualquier necesidad.
En este artículo repasaremos alguna de esas
alternativas, varias distribuciones Linux con las que revivir tu viejo
PC, no sin antes mencionar a CloudReady, un derivado del
Chromium OS en el que se basa Chrome OS, a la postre el sistema operativo que
gobierna los Chromebooks. Desde que salió no ha parado de generar noticias y
con razón, pues se trata de un proyecto con peros, pero interesante al fin y al
cabo. No me voy a extender mucho más hablando de él porque en el análisis de CloudReady ya
dije bastante, pero cada vez que vuelvo a leer lo de “con CloudReady puedes
devolver a la vida tu viejo PC”… no sé, como que ha llegado el momento de
matizar.
Para empezar, lo que reza la publicidad de CloudReady
es “devolver a la vida equipos de hasta ocho años de antigüedad“, lo que
significa “portátiles y sobremesa lanzados a partir de 2007” o Pentium
4 por los pelos. También señalan los requisitos mínimos, aunque a grandes
rasgos se centran en “certificar” modelos, así como en prevenir acerca de
aquellas configuraciones de hardware -principalmente en relación al apartado
gráfico; corramos un tupido velo sobre el hecho de que solo se ofrece para
máquinas de 32-bit al menos por ahora- que pueden dar problemas. Requisitos
técnicos puros y duros, uno: 1 GB de RAM. Es posible que CloudReady
funcione con 1 GB de RAM, pero mi experiencia con cuatro veces más fue la
justa, lo cual se explica con que Chromium / Chrome no es precisamente el
mejor navegador web para equipos obsoletos, y un sistema operativo basado en
este no va a resolver la situación.
CloudReady
CloudReady tiene sus puntos de interés, pero el estar
especialmente indicado para “resucitar tu viejo PC” no es uno de ellos. Por el
contrario, de Linux a GNU/Linux solo hay un paso y las posibilidades se amplían
de manera exponencial. Así, con ese giga de memoria como referencia y
con la firme convicción de que no es lo mismo disfrutar de la
experiencia que soportarla o sufrirla, vamos en busca de opciones con las
que cubrir cada caso.
Antes, un apunte: este artículo no va dirigido a
usuarios habituales de Linux, quienes ya sabrán que con un poco de maña uno se
puede configurar un sistema a medida a partir de una base mínima. Esto va de
instalar y a echar millas.
Con 1 GB de RAM o menos
El primer escalón lo podrían ocupar distribuciones muy
diferentes, pero en lo que se refiere al entorno de escritorio, que es lo que
va a determinar la experiencia de usuario, el cerco se reduce
considerablemente. Dependiendo de la distribución, por ejemplo, la diferencia
de consumo entre dos entornos ligeros no es demasiada, si bien con los recursos
justos cada mega cuenta y la respuesta obvia ahora mismo es LXDE (Lightweight
X11 Desktop Environment). Hasta nueva orden, LXDE es el entorno de escritorio
clave si lo que se desea es lo más liviano y accesible.
Lubuntu 14.04
Por lo tanto, Lubuntu es la elección adecuada
para comenzar. Lubuntu es una derivada oficial de Ubuntu que utiliza LXDE y
además de buen rendimiento y un paradigma de escritorio clásico, ofrece todas
las facilidades que han hecho de Ubuntu la distribución de usuario final más
popular de GNU/Linux. Con más de 1 GB de RAM la disfrutarás, con 1 GB de RAM o
menos la soportarás y con menos de 512 MB de RAM la sufrirás; y no solo eso:
con 512 MB de RAM ni siquiera podrás instalarla en modo gráfico. La última
versión recomendada es Lubuntu 14.04.4 LTS,
lanzada en febrero como actualización de mantenimiento de la última versión con
soporte extendido de Ubuntu. Recibirá actualizaciones de seguridad hasta 2019.
En poco más de un mes, sin embargo, se lanzará la nueva Ubuntu 16.04 LTS.
Alternativa: como he mencionado
más arriba, en este apéndice cabrían varias opciones. Por ejemplo, Debian LXDE, que en un
principio puede parecer un reemplazo irrelevante dado que el entorno es lo
importante, cuando no es así del todo: la implementación es muy distinta según
la distribución, y mientras que Ubuntu se enfoca en facilitar la mejor
compatibilidad y funcionalidad posible, Debian es más espartana y, por
extensión, más ligera de primeras.
1 GB / 512 MB de RAM
Cambiando de entorno pero no de cimientos, Bodhi Linux, derivada de no
oficial de Ubuntu, es una opción de lo más interesante. Su mayor fortaleza es
también su mayor tacha, si se puede denominar así al hecho de que su
escritorio, una bifurcación de Enlightenment llamada Moksha Desktop, no es apto
para todos los públicos. Moksha Desktop o el propio Enlightenment son únicos
en su especiey destacan por un rendimiento visual -efectos y composición-
excepcional incluso en los equipos más humildes. El “problema” es su diseño, y
ni con tantas palabras como llevo podría explicarlo correctamente, por lo que
el consejo es probarlo. No obstante, hay que señalar que Bodhi Linux retoca
Moksha Desktop para suavizar el impacto, de manera que por defecto la experiencia
es asumible.
Bodhi Linux 3.1
En cuanto a requisitos, los recomendados contemplan
CPU a 1 GHz y 512 MB de RAM, los mínimos CPU a 500 MHz y 128 MB de RAM; aparte
de 10 y 4 GB de espacio en disco respectivamente. No hagas caso y toma los
requisitos recomendados como mínimos. Para no sufrir y tal. Con todo, al descargar
Bodhi Linux verás tres versiones: para 32 y 64 bits y una Legacy solo para
32-bit e indicada para hardware obsoleto.
Alternativa: de seguir
existiendo CrunchBang los papeles se habrían intercambiado y Bodhi Linux sería
la alternativa. CrunchBang era un sistema minimalista de deliciosa factura,
basado en Debian y con una potente comunidad que no tardó el tomar el relevo,
pese que aún están en ello. Sin ir más lejos, hasta tres iniciativas recogieron
los pedazos, siendo BunsenLabs la que ha mantenido con mayor entereza el
espíritu del original. BunsenLabs se
deja de entornos de escritorio y se centra en optimizar el gestor de ventanas
Openbox -también utilizado por LXDE- y el panel tint2. A la espera de que
lancen su primera versión estable, está disponible la previa como medio de
instalación y como repositorio adicional para Debian.
512 / 256 MB de RAM
Un escalón por debajo de las anteriores está Puppy Linux. Es todo un
clásico de la distros ligeras, aunque su principal propósito no es la
instalación en disco, sino llevarlo de paseo en un lápiz USB, bien como sistema
portátil, bien como herramienta de rescate. Este es un denominador común de
las distribuciones que siguen, así como la particularidad de olvidar los
entornos de escritorio completos y optar por los gestores de ventanas. En su
caso, Puppy Linux utiliza JWM (Joe’s Window Manager) y Openbox según la
edición, y sí, pesa tan poco como un cachorrito y arranca como un rayo.
Puppy Linux “Slacko”
¿Requisitos? Depende. En la pagina del proyecto
comentan que “hay gente que ha ejecutado Puppy con éxito en una CPU a 333 MHz y
64 MB de RAM. Sin embargo, 256 MB de RAM y una swap [Ndr: una
pequeña partición o archivo que hace las veces de memoria virtual] de 512
MB es más realista“. Doblar las cantidades sería todavía más realista,
añadiría yo, pero todo es cuestión de probar. La edición recomendada de Puppy
Linux se llama Slacko, está basada en la veterana Slackware y guarda plena
compatibilidad con esta; está disponible para 32 y 64 bits y cabe en un USB de
256 MB.
Alternativa: de nuevo podrían
haber varias candidatas, pero me quedo con 4MLinux, otra digna
representante de JWM. Mantiene un desarrollo activo y su enfoque es
interesante: las cuatro emes se traducen en mantenimiento, multimedia,
miniservidor y misterio, que viene a significar juegos; y carga con
herramientas para hacer frente a todas esas labores. Aun así, una advertencia,
y es que una vez instalada puede moverse con apenas -y repito: mejor doblar la
cantidad- 128 MB de RAM, mientras que en modo vivo (CD, DVD, USB) pide 1 GB.
256 / 128 MB de RAM
Bajamos hasta el final de la escalera, esto es,
Pentium II (233 MHz – 450 MHz) y 128 MB de RAM o menos. ¿Cuánto menos? Tiny Core Linux puede
funcionar con 48 MB de RAM, pero tal y como supones, eso equivale a sufrir; de
ahí en adelante cambia el asunto y con 64 MB ya se nota un rendimiento
que sorprende, aunque como es obvio dependerá de diversos factores. Tiny
Core Linux utiliza FLTK/FLWM (Fast, Light Toolkit), se distribuye en versiones
para 32 y 64 bits y su imagen ISO ocupa 16 MB. En efecto, esta distro hace
honor a su nombre y se presenta ante el usuario pelada, con el sistema gráfico
más exiguo que te puedas imaginar y si quieres aplicaciones gráficas tendrás
que instalarlas a posteriori, incluido el navegador web.
Tiny Core Linux 7.0
El por qué elijo destacar esta distro y no otra es
debido al equilibrio que han logrado sus desarrolladores en cuanto a aspecto
visual, rendimiento, características y accesibilidad; hacer tanto con tan poco
tiene mérito. Ahora bien, si quieres hacerte tú con Tiny Core Linux te
recomiendo, además de probar, echarle un vistazo a la documentación que
encontrarás en el sitio oficial; la vas a
necesitar.
Alternativa: ninguna. O sea,
alguien podría argumentar que alguna de las anteriores es una alternativa; o
podría mencionar otras distribuciones ligeras como SliTaz o Nanolinux, esta última
basada en Tiny Core; y por supuesto no conozco todas la distribuciones del
panorama… Así que mejor probar, que es gratis. Mis recomendaciones son estas y
el apartado de comentarios está abierto a todo el mundo.
Sin embargo…
Como te habrás fijado, a medida que descienden los
requisitos las interfaces se afean y complican, pero es normal: se sacrifica
estética y accesibilidad por rendimiento. El tema es, ¿merece la pena?Es
decir, un Pentium II es un cacharro… Estamos en 2016… No te maltrates de esa
manera. No tiene nada que ver con la obsolescencia programada, sino con el
hecho de los Pentium II cumplirán 20 primaveras el año que viene y ha llovido
mucho desde entonces.
Sea como fuere, si tienes la intención de resucitar o
reactivar un viejo PC y ahorrar cuantos más recursos mejor, a todo lo dicho
debes sumarle otras consideraciones. Por ejemplo, ninguna distribución Linux
ofrece el mismo rendimiento o pide los mismos requisitos si está instalada o
corre en modo vivo y se ejecuta
en memoria, como por otro lado es evidente; no todas las antiguallas tiene
soporte para realizar una instalación mediante USB; no todas las
distribuciones tienen soporte del modo vivo, o al revés, se pueden instalar por
la vía ordinaria, a través de un instalador de sistema visual; y casi
todas las distros que se sirven en versión de 32-bit incluyen el kernel PAE,
por lo que si tu máquina de procesador va corta pero de RAM supera los 4 GB, la
aprovecharás.
Algo primordial a tener en cuenta, y he sido
conservador en exceso en el baremo de ‘requisitos vs rendimiento’ precisamente
por eso, es el navegador web a utilizar. Porque no importa que
al iniciar sesión el sistema esté consumiendo 80 o 100 MB de RAM; la fiesta
empieza al abrir aplicaciones y el navegador web es la estrella. ¿Qué más da
que -una vez instalada- Lubuntu se conforme con 256 MB de RAM si la navegación
es un desastre? Y no te lo pienses ni un segundo: Firefox.
Pero tampoco te engañes: una cosa es “resucitar” un PC
y otra poder disfrutarlo. Siendo generoso,con menos de 512 MB de RAM no vas
a disfrutar de nada. Claro que navegar por Internet o utilizar
intensivamente aplicaciones gráficas pesadas no tiene por qué ser el empeño
detrás de la jugada.