España impulsa el teletrabajo de ciegos

La Fundación ONCE (Organización Nacional de Ciegos Españoles) presentó el Proyecto Disc@tel, una iniciativa que busca integrar a este colectivo al mundo del teletrabajo en Centros de Comunicación Telefónica.

Este proyecto contó con un estudio previo, que mostró que en España existen más de 3,5 millones de personas con discapacidad, de las cuales cerca de 1.300.000 son susceptibles de trabajar.

Según informa en su sitio la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe), el objetivo de este plan es aumentar el índice de inclusión laboral de este colectivo. Para ello, las entidades participantes evaluaron las posibilidades de adecuación de los puestos de teletrabajo a las potencialidades de las personas con discapacidad e introdujeron en sus plantillas a trabajadores con movilidad reducida, que desempeñan su trabajo con normalidad desde su domicilio y conectados a la plataforma de su compañía.

En el acto de presentación del programa, el vicepresidente 1º Ejecutivo de Fundación ONCE y presidente del Grupo Fundosa, Alberto Durán, destacó que con esta iniciativa "se quiere demostrar la rentabilidad económica, así como la posibilidad técnica de incorporar en las empresas de telemarketing a trabajadores con discapacidad que desempeñen sus funciones desde su domicilio, con el fin de que las empresas comiencen a incorporar este método de trabajo".

De todos modos, aclaró que este método laboral no debe "ser un atajo para no tener que hacer el mundo accesible".

En Uruguay, desde hace más de un año, Netgate y Teletrabajo.com.uy tienen un acuerdo con la Fundación Ágora, por el cual los no videntes o personas con baja visión pueden asistir gratis a los talleres de teletrabajo en cualquier lugar del país donde se dicten. Para esto es necesario que los interesados se comuniquen con la fundación, al menos, tres días antes del taller.

Además en 2008, Netgate y Teletrabajo.com.uy hicieron un acuerdo con la Asociación de Sordos del Uruguay (ASU), a través del cual se dictaron gratis los tres primeros talleres de teletrabajo a personas sordas. Esto requirió la adaptación de los talleres y la participación de intérpretes de lenguaje de señas.