La Organización Nacional de Ciegos (ONCE) presentó este jueves en Madrid la guía "Accesibilidad para personas con ceguera y deficiencia visual", fruto de un riguroso estudio de investigación, y que es una referencia para aquellos que trabajan en la tarea de conseguir una verdadera accesibilidad para todas las personas, según explicó el director general adjunto de Servicios Sociales para Afiliados de la ONCE, Vicente Ruiz. Desde el diseño y ubicación de semáforos o teléfonos públicos, hasta las condiciones mínimas de accesibilidad en parques, playas, ascensores, puertas automáticas, autobuses, trenes, aviones o barcos; pasando por la ubicación de taquillas y máquinas expendedoras, el libro hace un repaso a las características de cada uno de estos elementos urbanísticos con el objetivo de lograr un "diseño para todos". La guía cuenta con una serie de indicadores que contribuyen a normalizar las condiciones de accesibilidad de las personas con discapacidad visual y que, en un buen número de casos, permitirán velar por la seguridad tanto de estas como de otras personas en su vida cotidiana. El contenido de esta guía se centra en los problemas que plantea la deficiencia visual pero se han tenido en cuenta distintas soluciones que beneficiarán al conjunto de las personas discapacitadas y a aquellas otras que, por cualquier circunstancia, tienen limitada su autonomía personal por su edad, ya sean personas mayores o niños pequeños o por usar muletas de forma temporal, por ejemplo. "Accesibilidad para personas con ceguera y deficiencia visual" está dividida en siete capítulos, tres anexos, una bibliografía y un glosario. En la guía se analizan los factores que determinan el funcionamiento visual en personas con alguna deficiencia en la vista; las características de los distintos elementos de urbanización; la correcta señalización de escaleras o rampas, o para que estos elementos no se conviertan en un peligro para las personas ciegas o con deficiencia visual. También se recogen las condiciones mínimas de accesibilidad de los espacios libres de uso público, como parques, jardines o playas, y la óptima construcción de las zonas de descanso y baño. El acceso a los edificios ocupa una parte importante en esta obra. Así, se analizan la señalización, las puertas o el mobiliario, en ascensores, pasillos y cines. El transporte público ocupa un lugar destacado en la guía. Sus accesos, diseño, iluminación, rotulación, situación de las taquillas y máquinas expendedoras, se analizan en esta obra para que puedan tener un diseño para todos. Y también se realizan recomendaciones en materia de diseño para mandos de electrodomésticos, teclados y pantallas táctiles de cajeros automáticos, o de tarjetas de crédito. El objetivo de esta guía, según una de las autoras de la guía María Dolores Lorenzo, es dar a conocer una serie de indicadores cuya puesta en práctica llevaría a lograr un diseño para todos, que tenga en cuenta las necesidades de todas las personas según su edad, discapacidad o enfermedad. En la comida de presentación de esta guía como los medios de comunicación, además de su autora, Mária Dolores Lorenzo, y el director general adjunto de Servicios Sociales de la ONCE, Vicente Ruiz, estuvo presente el director de Accesibilidad de Fundación ONCE, Jesús Hernández
Daisy viene de la contracción de las palabras inglesas: "Digital Audio-based Information System". Más recientemente se emplean las palabras "Digital Accessible Information SYstem". Es una nueva tecnología de confección y distribución de material bibliográfico que brinda multitud de posibilidades para que el usuario con discapacidad visual pueda acceder de formas muy diferentes al mismo. Esto implica un cambio radical en los sistemas de producción y distribución de libros y otros materiales bibliográficos, así como la forma en la que se utiliza, ya sea para simples actividades de ocio y entretenimiento o de estudio. Esto significa que la forma en que un usuario se sirve de los libros o documentos cambiará sensiblemente respecto al modo de empleo tradicional. Desde hace muchos años, dos han sido los formatos que más comúnmente se han usado en la producción y distribución de libros y documentos para personas con discapacidad visual: los libros en braille y los libros g...
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